Con pancartas, silbatos y banderas decenas de propietarios de gastrobares y discotecas se tomaron la reconocida cuadra alegre (sur) y la calle 85 (norte) de Bogotá, como forma de protesta contra el decreto de la Alcaldía que los obliga a cerrar.
Integrantes de la protesta dicen que se declaran en desobediencia civil y abrirán sus negocios pese a la prohibición de la Alcaldía de Bogotá.
“Cada negocio invirtió entre 25 y 30 millones en las adecuaciones para convertirse en gastrobares y no aguantan un cierre más”, aseguran.
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Desde el Distrito afirmaron que estos escenarios serían focos de contagio.
Según los representantes del sector nocturno, más 200 mil personas son afectadas con los cierres, debido a que el bolsillo no aguanta más.
Entre las razones de la Alcaldía de Bogotá para expedir el decreto está que muchos bares justificaban su funcionamiento ofertando raciones pequeñas de comidas.