La Fiscalía citó a declarar, como testigos, a los exoficiales de la Policía, José Antonio Tatis Pacheco y Gustavo Socha Salamanca, quien después llego al grado de general, por el manejo irregular y fuera del protocolo ordenado de los cadáveres del Palacio de Justicia, que aparecieron amontonados en el primer piso. Para noviembre de 1985, Tatis Pacheco y Socha Salamanca tenían el grado de capitanes.