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El extraño caso del estudiante colombiano que asesinó a su novia en España

Un joven estudioso y sin antecedentes confesó haber asesinado con un cuchillo a su novia.

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El extraño caso del estudiante colombiano que asesinó a su novia en España

Los titulares en los medios españoles, desde el pasado 25 de noviembre, los ocupan la historia de la pareja de los jóvenes Jaime, de 28 años y Sara de Celis, de 26.

Todo comenzó cuando se conocieron, hace casi 10 años, a través de internet. En su momento, la pareja mantuvo una relación a distancia a través de chats, pero ambos fueron perdiendo el contacto hasta hace unos 10 meses, cuando ella lo felicitó por su cumpleaños. Allí retomaron no solo el contacto sino la relación.

Sara era nativa de León y Jaime tenía su vida en Colombia. En Medellín, estudio idiomas en la Pontificia Universidad Boliviarana y se graduó con honores. Incluso estuvo un tiempo en el seminario. Entre sus cercanos era reconocido como una persona servicial, amable, tranquila, juiciosa, sin problemas con nadie. Así también lo reseño su propia madre en entrevista con la emisora La W.

Pero él estaba enamorado de nuevo y decidió usar sus ahorros para comprar un tiquete hacia Tenerife. Se presentó en San Isidro, población de Granadila de Abona en el sur de Tenerife, según cuenta el diario El Mundo de España. Allí se instaló junto a Sara, empleada como informática en el Instituto Tecnológico y de Energías Renovable (ITER), y la abuela de ella.

En un chat de WhatsApp que reveló el medio español, Sara le contaba con desahogo a uno de sus amigos que estaba “agobiada” con Jaime. Así lo contó:

“Estoy muy agobiada, tengo mucha ansiedad (…)Y encima que trate de ver mi móvil, no sabes lo que me molesta. Pero no sé cómo decirle las cosas. No sé manejar esto. Yo lo dejé por la noche cargando en el baño. Y se levantó y vi que tardaba. Y fui a ver si estaba bien. Y disimuló. Pero cuando miré, mi móvil estaba encendido y con la pantalla del pin de la tarjeta sim. Sabes que no soy idiota”.

Al parecer, y por el testimonio de una de sus amigas, en la semana previa a su asesinato, Sara le entregó detalles del comportamiento de Jaime: le hackeó el Facebook, le esculcaba sus mensajes y la obligó a cerrar sus redes sociales. “Cerró su Facebook y me dijo que si lo veía abierto le avisara. Anoche [por el domingo, horas antes de morir] lo reabrieron y fue cuando no supe más de ella”, contó la amiga.

La versión que entrega la madre se encuentra con la que dan los más cercanos a Sara. La señora cuenta que su hijo le había comunicado que, si bien “estaban enamorados”, él pretendía volver el 25 de diciembre y que incluso había comprado los tiquetes. Las razones que motivarían su regreso son un misterio incluso para la madre, pues dice que Jaime siempre ha sido muy reservado.

La noche trágica

El día del asesinato, la madrugada del lunes 25 de noviembre, paradójicamente Día Internacional Contra la Violencia de Género, se presentó una fuerte discusión entre la pareja, a tal punto que la abuela tuvo que intervenir. Lo que se sabe en adelante es por cuenta del informe de la policía y de la abuela de Sara: ante la impotencia de no saber qué se iba a encontrar, la señora entró a la habitación con un cuchillo que al parecer Jaime le arrebató y con el que posteriormente apuñaló en el cuello a Sara.

La joven llamó al menos dos veces a la línea de emergencia 016, el teléfono de asistencia a las víctimas de la violencia de género, pero cuando los servicios de emergencia acudieron la mujer ya había muerto. La abuela, en medio de la conmoción, llamó a la Guardia Civil y Jaime fue detenido y trasladado a un centro asistencial porque tenía heridas del cuchillo en las manos.

Este miércoles se conoció que Jaime B.H., de quien no se ha divulgado su apellido, pasó a disposición del caso es el Juzgado de Instrucción Número 4 de Granadilla de Abona, y ante ese tribunal confesó haber asesinado a Sara. Su madre, al otro lado del Atlántico, dijo en comunicación con La W que su hijo no pudo haber cometido ese hecho, y que cree que fue presionado a dar esa versión. Una teoría que se desvirtúa en buena parte con la evidencia y el testimonio de él mismo.

La sorpresa por este caso llegó hasta Colombia, pues el perfil de Jaime no parecía ser el de un asesino. La misma Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento de Granadilla no tenían denuncias previas y el hombre, que estudiaba cursos de veterinaria y hasta robótica, no tenía antecedentes.

El de Sara es el octavo feminicidio de 2019 en la comunidad de Canarias, la que más presenta casos de este tipo en toda España. El caso se volvió noticia nacional el país ibérico y le han dedicado sus programas varios de los shows más populares de la televisión.

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