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Nacional

Casi la mitad de los ecosistemas de Colombia se encuentran amenazados

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Páramo
Autor: Javier vargas / (CC BY-SA 4.0)

Por primera vez se publica, en Colombia, una revisión histórica de la transformación de los ecosistemas del país, así como un examen detallado del estado actual de la biodiversidad y de sus servicios ecosistémicos. El balance es alarmante.

El informe realizado por Fondo Mundial para la Naturaleza alerta que la mitad de los ecosistemas del país se encuentran bajo algún grado de amenaza.

En el país se han identificado 85 grandes tipos de ecosistemas y “se calcula que 31,3% del área de estos últimos ha sufrido alguna transformación. Para nombrar un ejemplo: solamente entre 1985 y 2005, la tasa anual de pérdida de los ecosistemas de páramo alcanzó un 17%”.

En el informe se nombran 20 ecosistemas (25% del total en el país) que se encuentran en estado crítico (CR) y 17 ecosistemas en peligro (EN, 21% del total). Sumados, conforman casi la mitad de los ecosistemas nacionales.

 Este alarmante deterioro de la base natural de recursos en el país compromete seriamente la supervivencia de muchas especies y limita la provisión de servicios que permiten la supervivencia y bienestar de los colombianos.

Especies amenazadas y vulnerables
 
De acuerdo con la información consignada en los Libros Rojos de Especies Amenazadas de Colombia, 2,22% de las especies presentes en el país se encuentran en una de las tres categorías de amenaza de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (Peligro Crítico, Amenazada o Vulnerable).

De las 1.853 especies de plantas evaluadas, 665 (36%) se encuentran amenazadas de extinción. La situación de la fauna terrestre colombiana es también preocupante: de 284 especies de animales terrestres, 41 están en Peligro Crítico, 112 Amenazadas y 131 son Vulnerables.

De avanzar estas tendencias, Colombia tendría que borrar de la lista de su biodiversidad especies de abejas que cumplen funciones críticas de los ecosistemas, o colibríes, paujiles, loros y monos araña, entre otros.

Por su parte, la mayor cantidad de especies animales dulceacuícolas amenazadas son peces. Las cuencas de los ríos Magdalena, Orinoco y Amazonas presentan signos claros de una declinación alarmante de sus pesquerías.

Las capturas en la cuenca del Magdalena disminuyeron casi 90% desde la década de 1970, los desembarcos pesqueros en la cuenca del Orinoco declinaron 85 % entre 1997 y 2009, y en la cuenca del río Putumayo el descenso registrado entre 1992 y 2009 fue cercano a 80%.

El bocachico del Magdalena (Prochilodus magdalenae) o el bagre tigre (Pseudoplatystoma fasciatum) prácticamente han desaparecido de las cocinas de los colombianos.

REDACCIÓN INTERNET – CM&

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