Corte absuelve a padre condenado a seis años de prisión por palmada a su hija

Una adolescente le entregó a su padre el boletín de calificaciones, había perdido el año por tercera vez, una semana después al haber llegado el padre le recriminó su falta de compromiso, la respuesta de la hija fue insultarlo, ambos discutieron, se trataron mal y la hija se fue a casa de una tía.

Al día siguiente, la hija regresó puso música a alto volumen con su hermana mayor sabiendo que mortificaría a su padre, cuando él le pidió que le bajara el volumen se inició un conflicto y se lanzaron objetos, la hija mayor trató al padre con palabras groseras las dos se abalanzaron sobre él y en el forcejeo el hombre le pegó con la correa a la hija mayor y le lanzó un golpe en la espalda a la menor. El padre fue capturado, juzgado y condenado a seis años de prisión por los delitos de violencia intrafamiliar agravada.

El caso llegó a la Corte Suprema de Justicia, la Sala de Casación Penal debía determinar si la palmada del padre a la adolescente vulneró la unidad de armonía familiar o actuó con la creencia equivocada que ante el irrespeto y agresión podía reaccionar de la misma manera como fue ofendido por sus hijas. Es decir, definir si la conducta tuvo o no alguna causa de ausencia de responsabilidad penal.

Para la Corte existen casos de violencia intrafamiliar en que no media conflicto porque son intrascendentes, por eso es importante investigar el contexto en el que sucede la agresión para establecer la relevancia juridicopenal de cierto tipo de agresión.

La relación entre la agresión y la réplica se debe analizar en el contexto en que se produce con la necesaria ponderación de los derechos en conflicto y la intensidad de las agresiones a las respuestas.

En este episodio, el comportamiento altamente ofensivo y las desmedidas agresiones de las hijas originaron el conflicto. La palmada del padre en la espalda de la menor fue un acto simétrico a la ofensa, realizado bajo la creencia errada e invencible, de que estaba autorizado a obrar de acuerdo con esa situación porque creyó que estaba justificado.

En consecuencia la Corte absolvió al hombre, al quien la propia hija y exesposa describieron en el juicio como un buen padre.