Pretelt fue a Urabá a explicar cómo compró una finca donde el clan Castaño gobernó durante décadas
El exmagistrado Jorge Pretelt estuvo en el juzgado de tierras de Apartadó intentando explicar cómo llegó a sus manos una finca de a vereda Las Tulapas que durante más de una década fue cuartel general del clan Castaño. Según él se inventaron falsos reclamantes de tierra para encartarlo.
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El destituido exmagistrado de la Corte Constitucional, Jorge Pretelt Chaljub, se presentó en el juzgado primero de restitución de tierras de Apartadó donde enfrenta un proceso por despojo de predios que están reclamando campesinos que fueron víctimas de las autodefensas.
“En mi caso lo que hay es unos falsos reclamantes de tierras”, indicó Pretelt.
En declaraciones a La Chiva de Urabá, el exmagistrado dijo que es víctima de una campaña difamatoria de la Unidad Nacional para la Restitución de Tierras.
“Porque hay un enemigo dentro de los procesos de restitución de tierras que es el director nacional que es un señor Sabogal y es una señora Paola Cadavid quedé aterrado de cómo utiliza su cargo prácticamente para vencer con argumentos falsos a los propietarios de tierras que jamás despojamos a nadie”, dijo el exmagistrado.
El 8 de marzo de 2015, Noticias Uno reveló el testimonio de Jesús Ignacio Roldan, alias ‘Monoleche’, paramilitar que involucró a Jorge Pretelt quien se habría beneficiado del despojo de las tierras donde está la finca La Corona en Arboletes, Antioquia.
Pretlet agregó que confía en la justicia porque considera que el juez de tierras de Apartadó, Oscar Guarín, tendrá en cuenta sus argumentos que contradicen sus supuestos nexos con las autodefensas para la adquisición de tierras.
“Hay un juez garante, es que hay una Procuraduría muy garante, muy atenta a los procesos pero hay una persona que se llama Paola Cadavid que, a mi modo de ver, dirige una mafia en todo el terreno de la reclamaciones de tierras”, agregó Pretelt.
Organizaciones defensoras de derechos humanos aseguran que las declaraciones de Jorge Pretelt en contra de Paola Cadavid y los campesinos que son testigos en su contra ponen en riesgo la vida de éstos, más aún por la serie de asesinatos que están ocurriendo.