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Surrealista caso: se drogó, secuestró a un enano pensando que era duende y lo escondió en un clóset

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Surrealista caso: se drogó, secuestró a un enano pensando que era duende y lo escondió en un clóset

Una cibernauta, oriunda de Medellín contó mediante un hilo en Twitter la historia de un compañero de estudio que, supuestamente, tuvo fuertes alucinaciones tras consumir hongos. Según narra la mujer, el protagonista de la historia es cercano a ella.

Todo comenzó cuando el hombre se fue de viaje junto con unos amigos.

Un grupo de amigos se fue a un pueblo cercano. Se hospedaron en un hotel y salieron cerca al pueblo como a pasar la noche. Esa noche metieron alucinógenos, y mientras todo era risas, uno de ellos se alejó. Ya pasado el mal viaje alucinógeno, no lo encontraban“, escribe la mujer al principio de la historia.

La cibernauta, que en Twitter se hace llama @KatFrknVour, continúa la anécdota afirmando que los amigos no encontraron al hombre que se había esfumado sino hasta al día siguiente.

“Empezaron a buscar, y bueno, al día siguiente regresaron al hotel y encontraron al tipo en la puerta de la habitación, todo feliz. El sujeto malviajado, muy entusiasmado, les dijo que mientras él se había alejado, había encontrado un duende, dice la mujer.

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“Escondió al sujeto en un clóset”

En medio de su ficticia aventura, el hombre que habría consumido hongos intentó demostrar a sus amigos de que puso en cautiverio al supuesto duende “para que lo llevara a la olla de oro”.

“El malviajado los entró a la habitación y les dijo que tenía al duende en el closet”, describe la narradora, no sin antes señalar que sus amigos quedaron incrédulos ante el relato de su amigo.

Como prueba de su acto, el protagonista fue junto con sus amigos hasta la habitación del hotel en la que el hombre se hospedaba para mostrarles al supuesto duende que capturó.

“Abrió el closet y resulta que era una persona con enanismo. El sujeto con enanismo procedió a denunciar por secuestro”, concluye el relato.

La joven que difundió la historia aclaró que tenía el permiso para contar lo ocurrido. “Pregunté si podía difundir la historia y me dijo que es de dominio público, que de hecho ese caso puntual, es un caso reconocido dentro de esa universidad, finalizó.

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