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Nacional

Apareció una foto de desaparecidos del Palacio de Justicia.

La revista Semana que empieza a circular hoy y el diario El Espectador traen dos noticias que, seguramente, traerán novedades en el proceso por los desaparecidos del Palacio de Justicia. Una foto y un testimonio podrían ser pruebas claves.

Las fotos, porque son cinco, fueron tomadas por un reportero holandés y mostrarían la llegada a una fosa común, en el cementerio del sur, de varios cuerpos de desaparecidos. Y no sólo eso, también las caras de quienes los llevaron y una placa de una camioneta que transportó los cuerpos.

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Apareció una foto de desaparecidos del Palacio de Justicia.


La revista Semana que empieza a circular hoy y el diario El Espectador traen dos noticias que, seguramente, traerán novedades en el proceso por los desaparecidos del Palacio de Justicia. Una foto y un testimonio podrían ser pruebas claves.

Las fotos, porque son cinco, fueron tomadas por un reportero holandés y mostrarían la llegada a una fosa común, en el cementerio del sur, de varios cuerpos de desaparecidos. Y no sólo eso, también las caras de quienes los llevaron y una placa de una camioneta que transportó los cuerpos.

Harry Van der Aart, un fotógrafo holandés encontró por casualidad las cinco fotografías que tomó cuando, dos meses y medio después de la toma del Palacio de Justicia, cinco de sus desaparecidos habrían sido depositados en esta fosa común del Cementerio del Sur en Bogotá.

Van der Aart y el reportero Jan Thielen estuvieron en ese cementerio al amanecer del 22 de enero de 1986 y testificaron una escena que hoy ambos recuerdan como de las más escalofriantes de sus vidas, según le narraron a la revista Semana.

Las fotografías muestran a un grupo de hombres que llega en esta camioneta, de placas AE-1610, a descargar cadáveres en la fosa común… Junto con los restos humanos, los holandeses vieron llegar esta caneca plástica que, según sus recuerdos, contenía restos humanos carbonizados… Lo que más los sorprendió fue no sólo la impavidez de estos hombres, sino la justificación que uno de ellos dio a su frialdad: “eran los H.P. del Palacio de Justicia”.

La revelación de la revista Semana coincide con otra de El Espectador en su edición de hoy, según la cual, el soldado asignado a una de las tanquetas testificó ante la Fiscalía sobre la forma en la que cinco civiles salieron en un blindado hacia la Escuela de Caballería del Ejército.

Según el testimonio, los cinco civiles permanecieron durante un tiempo encapuchados en las caballerizas… Uno a uno fueron muriendo en sesiones de tortura… El primero de los cadáveres, según el soldado, salió en el baúl del carro entonces asignado al coronel Alfonso Plazas Vega, mientras que los otros cuatro fueron enterrados en el polígono de esta Escuela… al soldado, no obstante, no le consta que Plazas Vega haya dado alguna orden al respecto.

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