Caos político en Honduras
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Las fuerzas anti disturbios de Honduras están disparando inclusive contra los periodistas que cubren el caos en el que está la capital, una semana después de terminadas las elecciones y sin que aún se haya definido quién fue el ganador.
La crítica situación de orden público que se vive en Honduras por el enigma sobre los resultados de las elecciones presidenciales crece con el paso de las horas y el toque de queda y estado de emergencia ordenados para los próximos 10 días no parecen ser medios de control efectivos para impedir las revueltas.
En mitad de las protestas una periodista por poco es impactada por una bomba lacrimógena que esquivó a tiempo.
En las calles de Tegucigalpa, se veían buses quemados, comercios saqueados, tráfico bloqueado y violación al toque de queda que va desde las seis de la tarde a las seis de la mañana.
Los manifestantes exigen saber el nombre del ganador de la contienda presidencial entre el presidente Juan Orlando Hernández y el opositor Salvador Nasralla.
Con cacerolazos y marchas que han terminado en enfrentamientos con las fuerzas armadas y la policía que está facultada para detener a los manifestantes sin formula judicial, Honduras se encuentra bajo la sospecha de fraude electoral.
Pese a que el caos es generado por las dudas, el Tribunal Supremo Electoral anunció la suspensión del escrutinio y reconteo de las actas de votación porque no hay observadores internacionales ni representantes de la Alianza de Oposición, cuyo candidato, Salvador Nasralla, se considera ganador.
El Partido Nacional, del presidente Hernández, anunció que tampoco participará en el reconteo para evitar suspicacias y dejó en manos de las autoridades electorales la revisión de al menos 1.000 actas de votación.