Papa Francisco aborda la sexualidad: “Un don de Dios” amenazado por la pornografía
El papa hizo un llamado a la defensa del amor puro, que involucra el corazón, la mente y el cuerpo, destacando la importancia de construir juntos una historia en lugar de lanzarse a la aventura.
- Papa Francisco lamenta el fallecimiento del cardenal colombiano Pedro Rubiano Sáenz
- Monseñor Alejandro Díaz García: Hay que concertar la posibilidad de una constituyente
En la más reciente catequesis durante la audiencia general, el papa Francisco compartió sus reflexiones sobre la sexualidad humana, describiéndola como un “don de Dios” que, lamentablemente, se ve amenazado por la lujuria y la pornografía en la sociedad actual.
En sus palabras, el pontífice afirmó que, en el cristianismo, no se condena el instinto sexual, y citó el ‘Cantar de los Cantares’ de la Biblia como un hermoso poema de amor entre dos enamorados. Sin embargo, advirtió que esta dimensión sexual, aunque pura en su esencia, no está exenta de peligros.
Francisco destacó la importancia del enamoramiento puro, libre de vicios, como uno de los sentimientos más nobles. “Una persona enamorada se vuelve generosa, disfruta regalando, escribe cartas y poemas. Deja de pensar en sí misma para proyectarse completamente hacia el otro”.
No obstante, también alertó sobre la presencia del demonio de la lujuria, un vicio que, según el papa, “devasta las relaciones entre las personas“. Haciendo referencia a las noticias cotidianas, cuestionó cuántas relaciones que comenzaron de manera saludable terminan convirtiéndose en relaciones tóxicas, carentes de respeto.
El líder religioso enfatizó la importancia de la castidad como una virtud que va más allá de la abstinencia sexual, instando a amar con respeto, buscando la felicidad del otro y cultivando la empatía por sus sentimientos.
Francisco también advirtió sobre los peligros de la lujuria, describiéndola como un vicio que saquea, roba y consume rápidamente, juzgando aburrido cualquier cortejo. Además, subrayó que la lujuria afecta no solo la relación interpersonal, sino también la sexualidad en sí misma.
El papa hizo hincapié en que el placer sexual, considerado como un don divino, se ve socavado por la pornografía, generando satisfacción sin relación y potencialmente conduciendo a formas de adicción. Llamó a la defensa del amor puro, que involucra el corazón, la mente y el cuerpo, destacando la importancia de construir juntos una historia en lugar de lanzarse a la aventura.