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Más de 15 mil colombianas podrían tener una bomba de tiempo en sus cuerpos: demandante contra fábrica

La abogada que consiguió que la fabricante francesa de implantes mamarios y la alemana que certificó su calidad indemnizaran a las víctimas de prótesis defectuosas, vino a Colombia en busca de víctimas nacionales.

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Más de 15 mil colombianas podrían tener una bomba de tiempo en sus cuerpos: demandante contra fábrica

Llegó a Colombia la abogada que representa a más de 11 mil mujeres afectadas por los implantes mamarios PIP, productos de los que ella también fue víctima.

La abogada Virginia Luna, afirma que “uno siente que tiene una bomba de tiempo en el cuerpo”.

Estos implantes generaron un escándalo mundial por los riesgos que corrían las portadoras debido a que la silicona con que hacían las prótesis era de uso industrial y no médico.

“Siete horas de operación, mucho daño interno, tejidos necrosados y realmente me costó mucho recuperarme”, dijo Luna.

A pesar de que la noticia sobre los peligros de estos implantes para la salud ha sido mundial, hay muchas portadoras que ignoran aún el peligro que corren.

El tema es que hay muchas mujeres que ni siquiera saben que tienen este producto en el cuerpo tienen que ir donde su cirujano”, reconoce la abogada.

La abogada Virginia Luna vino a Colombia porque muchas víctimas potenciales de los implantes PIP están aquí. Ella asesora legalmente junto con la firma Coleman a quienes quieran demandar. “Faltan muchísimas, presentadas hay cerca de 20,000 mujeres y se estima que son entre 300 mil y 400 mil solamente las latinoamericanas”.

En Colombia hay mujeres que pueden sufrir los efectos negativos de las prótesis PIP por la mala certificación de calidad de los mismos. Según Luna “se estiman entre 12.500 y 15.000 colombianas como potenciales portadoras”.

La abogada también pretende que se sancione a la empresa certificadora alemana TUV que puso el sello de calidad con el cual se dio licencia para que este producto fuera usado en las cirugías estéticas. “Obviamente no hay un registro exacto porque han fallado totalmente los controles. Es importante que las mujeres sepan que por el solo hecho de haber portado este producto ya pueden reclamar porque se les ha vendido un producto defectuoso”.

Además de las batallas jurídicas y médicas, Virginia Luna radicó una petición al pleno de Mercosur, la cual fue aprobada para que los países miembros hagan un registro único de mujeres afectadas.





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