La crítica situación humanitaria la viven cerca de 1500 indígenas embera de las comunidades Antadó y Amparradó en límites entre Antioquia y Chocó.
Allí quedaron confinados y en medio del fuego cruzado por combates entre grupos armados y el Ejército.
Otros 28 indígenas lograron salir desplazados, entre ellos un líder amenazado.