Víctimas en Montería siguen esperando que escultura de paramilitares sea destruida
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Una escultura que según la casa Castaño considera símbolo de la unión entre campesinos y paramilitares, sigue siendo considerada el máximo símbolo de la plástica de Montería. Su autor, un boxeador, dice que se erigió en como símbolo de paz en 1999, año en que la casa Castaño ordenó ejecutar trece masacres en todo el país.
Un asistente del escultor que erigió un alto-relieve en la Escuela Naval de Cartagena fue nombrado por Carlos Castaño para que hiciera este ensamble, que el entonces jefe de las autodefensas consideró una pieza artística en homenaje de los monterianos a las autodefensas.
El biógrafo de Carlos Castaño narra en la apología que fue idea del padre adoptivo de los Castaño, alias Monseñor, y que viajó con éste a Montería donde conoció lo que ambos llaman una estatua.
El autor, es un boxeador que tuvo 30 peleas como aficionado y trabajó como obrero en reconstrucciones en Cartagena. Él considera que la biografía de Carlos Castaño hizo cambiar la forma en la que se ve su arte.
En 1999, los Castaño eran dueños de un ejército privado que se calculaba en 25 mil delincuentes en armas y que había sembrado el terror en todo el país. Se le atribuyeron 13 masacres en 8 departamentos. Una de ellas en el municipio de Tierralta tuvo como víctimas a 13 personas, la mayoría quemados dentro de sus propios locales comerciales.
La alcaldía de Tierralta, en 2009, contrató también al exboxeador para que hiciera otra estatua, esta vez, con el nombre de El Retorno, pero en Tierralta aún no hay víctimas que puedan reclamar por el valor simbólico del trabajo del maestro Torres.
Hace cuatro años, a nombre del Movimiento Nacional de Víctimas de la Violencia, Movice, Iván Cepeda, le pidió a la alcaldía de Montería que desmontara el armatoste, por considerarlo un insulto a la memoria de las víctimas de la violencia de los paramilitares.
El artista de Castaño, asegura que la oposición a su obra magna, es cuestión del capricho de una sola persona.
Y de hecho en la ciudad no prosperó nunca la petición de las víctimas.
Por el contrario, las obras del maestro Torres, se han instalado en Momil, Tuchín, Tierralta y otra de sus monumentales, de 33 metros de alto, 24 de alto y 8 de ancho está pendiente de su instalación en otra plaza de Montería.