Vendedores de frutas armaron cartel para obligar al Distrito a pagarles más por cada ración de refrigerio escolar
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La licitación del contrato para la entrega de 700.000 porciones de fruta para los niños de los colegios públicos de Bogotá, tuvo que declararse desierta. En el Distrito no entendían por qué sólo se presentó un oferente, si el presupuesto era 26.600 millones de pesos y siempre había habido interesados.
El mismo presidente Juan Manuel Santos anunció que lo ocurrido en Bogotá con la distribución de frutas en los 383 colegios, era el resultado de una cartelización entre las empresas que venían despachando los refrigerios escolares.
El presidente Juan Manuel Santos afirmó que “los investigados habrían presionado a unas entidades para subir los precios de las frutas de este programa en Bogotá”.
La Superintendencia de Industria y Comercio identificó una presunta colusión entre las empresas Alimentos Daza, Disfruver, Namasté Food, Alimentos Spress, The best Colombian Fruit, y 6 de sus directivos.
Quienes se reunían en una bodega del barrio Las Ferias para acordar cómo iban a lograr que se declarara desierta la licitación. De sus reuniones quedó la fotografía del tablero donde plasmaron el acuerdo de precios de las frutas.
La estrategia del cartel de las frutas funcionó, la segunda licitación tuvo un aumento del 50 % en el valor del contrato. Se lo ganó la unión temporal Alimento Saludable, de la que hacían parte tres de las empresas que lideraron la cartelización inicial: The Best Colombian Fruit, Disfruver y Alimentos Daza. Tal y como lo admitió una entre los implicados.
“Esa es una muestra de la mezquindad de los corruptos, que hasta se roban la comida de los niños. Es otra clara muestra de una violación a la libre competencia, ¡y eso es lo que tenemos que acabar!”, dijo Santos.
A las cinco empresas involucradas en el cartel de las frutas en Bogotá, la SuperIndustria les imputó cargos por colusión, pero además, por amenazar y presionar a los que opusieron al pacto anticompetitivo.