Dineros del municipio de Calarcá dan hasta para unas noches de amor en residencias
Con el dinero que el municipio de Calarcá, Quindío, destinó para la planta de tratamiento de aguas residuales se están pagando facturas de whisky, papaya, melón, tomate y hasta noches de amor en unas residencias.
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Como las aguas servidas de Calarcá, Quindío, van a ríos que a la región le interesa proteger para el turismo ecológico, el municipio logró en 2015 la aprobación de su plan para la construcción de dos plantas de tratamiento.
Calarcá tiene sus empresas municipales, pero la infraestructura de servicios públicos le pertenece a la empresa Multipropósito ESP SAS, en la que controla el 40 por ciento de las acciones, que apenas le alcanzan para hacer preguntas a sus directivos.
La empresa Multipropósito suscribió con la EMCA un contrato por 12 mil 611 millones para la construcción de las plantas de tratamiento y, con la firma, recibió los primeros cuatro mil millones de pesos, pero desde entonces no ha entregado cuentas.
Los registros de las cuentas que se conocen, muestran que con las tarjetas corporativas destinadas a la construcción de las plantas se pagaban cuentas de mercado: Con artículos como brócoli, mandarina arrayana, manzana roja, manzana verde, tomate chonto, pimentón solo, maracuyá, sukini, mango tomy, perejil liso.
Las compras corporativas incluían licores, nacionales e importados, y servicios hoteleros.
Según la Contraloría, son 41 millones los que se han pagado en gastos no relacionados con la construcción.
El encargado verificar que los gastos correspondan a inversiones en la construcción es el ingeniero interventor Miltón Moreno Lemus, quien recibió a los reporteros en su despacho de Calarcá.
Según lo inteligible de sus explicaciones, sus razones para no entregar información a la prensa son de carácter jurídico.
Pero tampoco al gerente de la empresa municipal le ha dado explicaciones. La administración está tan desinformada como los vecinos preocupados.
La Contraloría, evaluó la gestión de los dineros de contrato y cuestionó su manejo de las tarjetas de crédito, los anticipos y otros fondos en los que dijo haber invertido.
Pero sobretodo, Calarcá sigue teniendo un problema con la disposición de los residuos de la ciudad.