Espumas, la empresa de agua que quiere dejar sin casa a los mariquiteños

Espumas, la empresa privada de acueducto que en teoría sirve al municipio de Mariquita, Tolima, espera quedarse con las casas de 200 clientes suyos que, por mal servicio, se han negado a pagar sus facturas. La empresa dice que sus estatutos son tan especiales que ni siquiera la Superintendencia de Servicios tiene injerencia en ella.

Seis años después de la toma de la comunidad al acueducto de Mariquita en protesta por el mal servicio de agua del operador Espumas, aún no se resuelve la situación para los habitantes del municipio del norte del Tolima que están a punto de perder sus viviendas

“Tengo que vivir con la puerta cerrada todo momento como si estuviera presa por el temor que ellos a cualquier momento vienen y me sacan con mis hijos con mis nietos”, afirmó Luz Marina Moreno, afectada.

“Me están cobrando 8 millones de pesos por un servicio no prestado es que miren ahí no hay servicio de agua”, contó también Jesús Antonio Tovar, afectado.

“Cuando se acerca un usuario con una resolución de la Superservicios le dice no me ordena un juez ni la superintendencia cuánto es lo que tengo que cobrar y se lleva a cabo remates de viviendas incluso por deudas de dos o tres millones de pesos con procedimientos ilegales”, indicó Israel Guzmán Henao, miembro de la veeduría Unidos contra la corrupción.

“Es legal, es difícil, no es lo que desea una empresa pero toca hacerlo hay personas que tienen deudas de hace 10 años”, respondió Armando Gutiérrez, miembro de la junta directiva de Espumas.

En 2000 cuando el secretario de Gobierno Henry Saza firmó el contrato con Espumas, debido a que el alcalde William Ángel Rubio cumplía detención domiciliaria por peculado e irregularidades en contratación. El intermediario del contrato fue Miguel Contreras Amell que como funcionario de la alcaldía logró que la empresa Espumas tuviera el 70% de la operación, poco antes de ocupar su gerencia.

“Esta sociedad por acciones elevada a escritura pública que se rige por el derecho privado y por el código del comercio y pierde la finalidad esencial del estado y pasa a ser un negocio meramente comercial”, dijo Guzmán Henao.

El operador del servicio asegura que cumplieron con las exigencias de la época

“Independientemente que tenga accionistas públicos o privados se rige 100% por el derecho privado no aplica el estatuto contractual del Estado”, agregó Gutiérrez.

Desde entonces la comunidad asegura que Espumas se constituyó de manera ilegal para beneficiar a particulares amparados por las administraciones de turno, y que así lo ha advertido la Contraloría.

“Es el negocio más horrible que ha hecho una administración municipal”, resaltó el alcalde de Mariquita, Tolima, Alejandro Galindo.

Las denuncias van más allá de hechos de corrupción de los alcaldes de Mariquita, testigos aseguran que los grupos paramilitares amenazaron a la comunidad por cuestionar el contrato.

Los problemas empeoraron cuando el agua del municipio llegaba contaminada o simplemente no llegaba.

“La deuda que presuntamente ellos cobran no son claras ni precisas ni exigibles porque yo no tengo agua”, afirmó Tovar.

La Superintendencia de Servicios Públicos constató que han impuesto por lo menos siete sanciones monetarias por irregularidades en la prestación del servicio.

“La única agua tratada con laboratorio en el norte del tolima es la que brinda Espumas desde el punto de vista de calidad de agua no hay un solo reporte de la Supertintendencia de Salud que diga que el agua de espuma es de mala calidad”, indicó Gutiérrez.

Espumas asegura que el contrato ha traído beneficios al municipio.

Las investigaciones contra el operador quedaron estancadas mientras las deudas de los usuarios siguen creciendo.