Dos | Claro ejemplo de cuando un árbitro decide el resultado de un partido

Santa Fe jugó anoche en Cali, frente al América, uno de sus mejores partidos del actual torneo.

Empujando y sorprendiendo con fuerza y carácter, todo el equipo era un batallón de ataque: Morelo, con movimiento, merodeando, como en cacería, lanzó su primer zarpazo y anotó temprano. Más adelante, Mier ataca con la fuerza de un tanque; avanza, entrega el balón a De la Rosa, el gran jugador de Algarrobo, quien le devuelve para el remate, y Mier grita con todas sus fuerzas el nuevo golazo.

En el segundo tiempo, una penal significó el primero del América y más adelante, un infortunio de Malagón terminó en autogol santafereño. El resultado, 2-2, con penal y autogol, no parecía un justo resultado ante el gran partido del Santa Fe. Se presenta entonces, en el minuto final, la jugada que parecía ser el reconocimiento de la vida a la justicia: el arquero Novoa, del América, se libera de

legítima obstrucción, sin falta, de Malagón; centra el balón que, accidentalmente, pega en el jugador José Ortiz del Santa Fe y entra al arco, gol legítimo, absolutamente legal. El árbitro John Alexánder Ospina no validó la anotación sin ninguna razón.

No es cierto que hubiese habido falta contra el arquero y así se confirma en el video. Supongamos, por pura discusión, que el árbitro sintiera que el hostigamiento era falta: ha debido pitarla y tampoco lo hizo, solo lo advirtió después, cuando se produjo la anotación.

Hay un descubrimiento que hemos hecho que aumenta la sospecha: el árbitro se llama John Alexánder Ospina y aparece como nacido en Armenia; no es cierto, el juez Ospina nació en Cali. Razón tenía el técnico Cardetti en reclamar la legitimidad del gol. Y para rematar la sospecha del señor árbitro Ospina, ni siquiera pidió revisar el VAR para confirmar si el gol era o no legítimo.

Y ante la inaudita parcialidad de los narradores de Win, que incomoda tanto a la afición santafereña, los partidos habrá que verlos en TV y oírlos en la radio.