La Corte Suprema de Justicia no logró romper su parálisis

La Corte Suprema perdió la última oportunidad que tenía para elegir aunque fuera a uno solo de los seis magistrados que hacen falta.

Se trata de recomponer la Sala Plena, antes de la salida del magistrado de la Sala Laboral Rigoberto Echeverri. ¿Por qué era tan importante la sala de hoy? Pues porque el próximo 30 de noviembre Echeverri termina su periodo y, entonces, la Corte quedará solo con 16 miembros, es decir, el número mínimo que necesitan para tomar cualquier decisión o dictar cualquier fallo.

Como era de esperarse, hoy tampoco lograron ponerse de acuerdo. ¿Se imaginan entonces cómo serán las cosas de ahora en adelante? Muy difíciles. Difícil porque todos, repito, todos deben estar de acuerdo para decidir algo y si no lo han hecho antes, mucho menos lo harán en el futuro, cuando se requerirá unanimidad. O qué tal que un magistrado no pueda asistir por enfermedad o comisión de servicios, entonces ni siquiera se podría hacer sala porque no habría quorum.

Así de delicada es la situación, ¡pero parece que la honorable Corte Suprema de Justicia está compuesta por autistas