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Uno, Dos, Tres

Ñapa | En la Corte Constitucional, un magistrado confiesa la enfermedad que sufre, en formidable ejemplo de pulcritud

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En la Corte Constitucional, un magistrado toma una decisión que destaca su valor y honestidad.

Al magistrado Alejandro Linares le correspondió fallar sobre el impuesto a las bebidas ultraprocesadas azucaradas incluido en la última reforma tributaria. Linares tomó la decisión de declararse impedido y expuso la siguiente razón: «Debo manifestar que, desde 1977, padezco de diabetes mellitus tipo 1; en ese sentido, un pronunciamiento de la Corte en torno a la imposición tributaria sobre las bebidas ultraprocesadas azucaradas podría desincentivar la producción, la venta, el retiro de inventarios y la importación de productos como bebidas gaseosas o carbonatadas, bebidas a base de malta, bebidas tipo té o café […] refrescos, néctares, bebidas energizantes, aguas saborizadas, todos los cuales contienen azúcares añadidos que se consideran nocivos para quienes padecen de diabetes. En consecuencia, pongo a consideración de la sala plena esta situación, para que determine si este impedimento resulta fundado».

La norma es claramente preventiva y se trata del bien común. La verdad, sufrir diabetes parecería robustecer la conveniencia de su concepto; al aprobar el artículo, el Gobierno y el Congreso lo consideraron norma importante para el cuidado de la salud.

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