Ñapa | Muchos nombramientos frustrados en el nuevo Gobierno

«Se quedó viendo un chispero», en el lenguaje coloquial, es la forma de expresar la frustración de alguien que no obtuvo lo que buscaba o quería.

Pasa siempre con los gobiernos nuevos, que muchos de quienes apoyaron al candidato presidencial victorioso, después son ignorados en los nombramientos. Eso parece estar sucediendo con algunos que apoyaron al victorioso candidato Gustavo Petro y que, por lo menos por ahora, no han sido nombrados para nada.

Por ejemplo, el exalcalde de Ibagué Guillermo Alfonso Jaramillo, que fue uno de los primeros impulsores de la candidatura de Petro. Por ejemplo, el exsenador Guillermo García Realpe, de Nariño, quien fue uno de los principales dirigentes del liberalismo que apoyaron a Petro. Por ejemplo, Roosvelt Rodríguez, exsenador de la U, quien fue el primer disidente que enfrentó dentro de su partido a Dilian Francisca Toro y se fue con Petro.

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Y el más notorio hasta ahora es Luis Fernando Velasco, exsenador liberal, que deslizó a muchos militantes de su partido hacia la candidatura de Petro; parece que Velasco le hizo saber al presidente Petro que aceptaría cualquier ministerio, menos el de Justicia. Y la razón es esta: él tiene en el Consejo de Estado una demanda por daños y perjuicios morales a raíz de la injusta detención que sufrió por un falso testigo que lo vinculó con las Farc. Velasco dijo que en esas condiciones, si fuera ministro de Justicia, se tendría que declarar impedido para tramitar una reforma a la Rama Judicial. Pero a Velasco lo llamaron y le ofrecieron precisamente el Ministerio de Justicia; obviamente, no aceptó.

El círculo cercano a Petro comenta que Velasco «se creció» y asumió un don de mando que para algunos resultó incómodo, incluido, claro, el presidente.