La reforma a la salud no es la única atravesando dificultades.

La reforma laboral podría terminar por el mismo rumbo de dificultades si no se corrigen las formas a tiempo.

Resulta que la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, invitó a un desayuno a los congresistas de la Comisión VII de la Cámara, la misma donde está la reforma a la salud. Había bufet listo, con viandas para la reunión; todo preparado para atender a 21 parlamentarios de la Comisión.

¿Saben cuántos llegaron? Cinco, solo cinco: cuatro congresistas del Pacto, o sea, del Gobierno, y uno del partido Comunes.

Como solo estaban cinco, el encuentro no se llevó a cabo. Los que no asistieron piensan que el texto presentado no fue realmente concertado y que es una pérdida de tiempo ir a reuniones que son solamente de cortesía; por eso, esperarán a que se radique la ponencia para dar el debate en la comisión. Si la situación es así, igual a la reforma a la salud, la laboral corre el riesgo de hundirse.

¿Quieren saber qué pasó con el desayuno? ¡Se lo comieron!