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Uno, Dos, Tres

Ñapa uno | Desfile de elefantes blancos. El de hoy, en Manizales

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El origen de la expresión «elefante blanco» es este: antiguamente, los reyes de Tailandia, cuando no estaban satisfechos con un súbdito, le regalaban un elefante blanco; el súbdito debía darle comida especial y permitir el acceso a aquellos que quisieran venerarlo. Todo eso tenía un costo que muchas veces arruinaba al súbdito.

Hoy se conoce como elefante blanco, en varios países, a las obras que resultaron inútiles, o inocuas, o absurdas, a veces, hechas con buenas intenciones, pero con pésima ejecución, a veces, hechas con sentido de corrupción.

Ayer hablábamos del acuaparque en el Casanare, que se construyó durante 17 años y que al final costó $ 40.000 millones. Hoy, sigue el escandaloso caso del aeropuerto de Manizales: los terrenos los compraron en las afueras de Palestina, en el 2005, hace 14 años, y aún no termina. Hasta hoy se han invertido cerca de trescientos mil millones de pesos, y los manizaleños tienen que seguir usando el aeropuerto de Pereira para sus viajes aéreos.

En este momento, la obra está paralizada. Ahora hablan de que se reiniciaría el año entrante, pero parece que un grave problema de choque de vientos y otro peor, que es la aparente inestabilidad del suelo, la hacen imposible.

¿Cuál será el súbdito al que se le debe regalar, como hacían los monarcas tailandeses, el elefante blanco?

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