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El precandidato presidencial del Pacto Histórico Camilo Romero tuvo una dura citación en la Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia que dio inicio al juicio en su contra por presuntas irregularidades en el contrato para la venta del Aguardiente Nariño.
Desde mediados de diciembre, la Corte le asignó a Romero una defensora pública de oficio, tras la renuncia de su abogado de confianza, pero se desató una controversia cuando la abogada Ruth Marina Pulido pidió aplazar la audiencia al asegurar que en 18 días no tuvo tiempo de estudiar todo el expediente. El magistrado Ariel Torres no aceptó la petición de aplazamiento.
Según Ariel Torres “El despacho no encuentra fundamento válido en virtud del aplazamiento. Con este, serían dos los intentos de la Corte de dar inicio al juicio oral, pretensión que se ha tratado de entorpecer por actitudes dilatorias de parte de la defensa, tanto técnica como material, lo cual repugna”.
El precandidato Romero cuestionó que la Corte no accediera a aplazar el inicio del juicio en su contra y pidió que le cambiaran a la abogada.
Para el precandidato Romero “Ustedes están hablando con un gobernador que extrañamente no salió enriquecido y que no tiene los recursos para pagar lo que cobra un abogado que se presenta ante ustedes. Yo sí pido ponderación, dos años y ocho meses a la Fiscalía sin problema alguno de dilación. ¿Eso no les parece repugnante? ¿No les parece repugnante la manera como ha actuado la Fiscalía? Vienen a sugerir que es por nuestra responsabilidad la dilación de este proceso”.
Este intercambio de razones concluyó en que la Corte no accedió a cambiar a la abogada de Romero, que reconoció no estar preparada para el juicio, y anunció que próximamente fijará una fecha para una nueva audiencia.