Uno | Lo que vale el amor a una mascota: ¡toda una nación se moviliza buscando un gato!
- Uno | Histórico: por primera vez, Colombia exportará huevos a Cuba
- Ñapa | Curiosa consulta que hace la Corte Suprema sobre la elección de procurador general
Son inimaginables las cosas que la gente puede hacer por la búsqueda de su mascota extraviada. Vean esta historia, absolutamente cierta.
Tito es un gatico, tiene tres años, pesa entre seis y siete kilos, tiene una mancha distintiva en el rostro, responde a su nombre y es de color blanco con tonos grisáceos. Se perdió en el aeropuerto de Tarija, en el sur de Bolivia, cuando a su dueña, quien iba a viajar a Santa Cruz, la aerolínea estatal Boliviana de Aviación le impidió llevarlo en cabina y le ordenó trasladarlo a la bodega del avión en un guacal. El guacal apareció, ¡pero sin el gato!
La dueña expuso el caso en redes y se convirtió en un lío nacional y prioridad de Estado. La sorprendente búsqueda del gato desaparecido ya tiene ocupados a un ministerio, cuatro instituciones gubernamentales, la Policía y a miles de voluntarios. El sorprendente operativo de búsqueda se activó en Bolivia, tras una rueda de prensa de emergencia convocada por el ministro de Obras Públicas de Bolivia, Édgar Montaño, en la que dijo lo siguiente.
«Tito todavía está con vida y podría estar en los alrededores, en las viviendas contiguas al aeropuerto».
De inmediato, la Policía Nacional, cuerpos de voluntarios, la Aeronáutica Civil, la autoridad de fiscalización de transportes, los bomberos y otros organismos se pusieron en estado de alerta y activaron los protocolos de búsqueda del gato.
«Se ha dispuesto una operación de rastrillaje con los bomberos y ya he reunido a todo el grupo de directores del transporte aéreo, ATT, DGAC, BoA y Naabol».
Y agregó:
«Hemos dispuesto comida y también agua en todos los sectores para que pueda estar alimentado. Al gatito le gustaba el atún. Tenemos las esperanzas de que el gatito Tito va a aparecer».
La aerolínea emitió un comunicado excusándose y anunciando su participación en el operativo de búsqueda, pero podría terminar pagando más de cien mil dólares si Tito no aparece. Y la dueña tiene toda la razón, son los derechos de los animales a los que se aman.