Top Secret enero 15 de 2017

Abusos de poder

“Señora Cristina, ya estoy acá mercando las cositas. Ya compré la carne, la rúgula…”, este audio es de marzo de 2016.

Quien habla telefónicamente de manera tan familiar con la mencionada señora Cristina, no es un empleado particular de ella, como pareciera por el tono de la conversación.

“Señor Martínez necesito que cuando venga, les eche un ojo a los bombillos porque ya no me prende ninguno”, continúa el audio.

La señora Cristina es la esposa del jefe de seguridad de la Procuraduría General de Alejandro Ordóñez. Le hacía el mercado Abel Martínez, un escolta pagado con dineros públicos. Él se preparó en Estados Unidos para proteger personajes cuya vida estuviera en alto riesgo.

“¡Esa papaya está ‘espichadísimaaaa’! Esa papaya no me sirve pa’comérmela”, se escucha a la señora Cristina.

El escolta Martínez denunció el año pasado en Noticias Uno que era usado como empleado de servicio doméstico por la familia del coronel Héctor Cruz en un evidente abuso de poder que nunca fue sancionado ni rechazado por sus jefes. Él era cercano a la hasta hoy viceprocuradora de Ordóñez, Marta Isabel Castañeda. El presidente Santos trinó en su cuenta de Twitter una frase que sonó a rechazo institucional.

Los escoltas tienen mejor uso protegiendo a la ciudadanía que haciéndole el mercado a las señoras de los personajes

— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) 14 de enero de 2017

El mensaje presidencial fue interpretado, aparte de una crítica indirecta a los excesos en la utilización de esquemas de seguridad por el exprocurador Ordóñez, su familia y sus funcionarios, como una respuesta a los allegados del exministro Fernando Londoño que reclamaron que a este le redujeron de 25 a 17, el número de sus escoltas, como si ese fuerte grupo fuera insuficiente.

La campaña por terminar con el uso abusivo de escoltas y por acabar los grupos de seguridad innecesarios, apenas comienza. Los protegidos que no sufren ningún peligro real tendrán que devolver sus esquemas voluntaria o involuntariamente.

Cambian los tiempos

En contraste con la actitud de Ordóñez a quien le encantaba dejarse rodear de decenas de hombres de seguridad, trasladarse en camionetas de alto blindaje y parar el tráfico para que lo dejaran pasar según se quejaban sus vecinos, el nuevo procurador Fernando Carillo que lo reemplazará, ha dado sus primeras órdenes en sentido contrario.

En entrevista a la revista Semana el procurador Carrillo quien se posesiona en la Casa de Nariño también dijo que esa entidad debe tener puertas abiertas para todos los ciudadanos.

“Es claro que tenemos que abrir la Procuraduría para todos y eso empieza por quitar las vallas que desde hace años impiden la entrada a la sede en Bogotá. Esa es una de las primeras cosas que haré”, dijo Carrillo.

Las vallas que quitará Fernando Carrillo son unas que, paradójicamente, habían sido puestas para que los peatones del centro de Bogotá no pasaran cerca de la edificación. Carrillo también anunciará el nombre de su viceprocurador que será, seguramente, el abogado Juan Carlos Cortés quien reemplazará a la hosca señora Castañeda.

Algo va de Ordóñez a Carrillo y de Castañeda a Cortés. Parecen venir tiempos más democráticos como se notará en el duro discurso de posesión del procurador y en la todavía más dura respuesta que le dará el jefe de Estado durante la ceremonia.

Dos vicepresidentes

Esto dijo en la costa Atlántica, el vicepresidente Vargas Lleras: “Me iré de acuerdo con el presidente cuando termine entrega de casas”.

Y esto había dicho el presidente Santos en Caracol Radio y, más tarde, en rueda de prensa en Arauca: “Con el doctor Vargas Lleras hemos venido discutiendo ese tema y hemos acordado que a finales de febrero para que en marzo se haga la transición”.

A pesar de que Santos dio la fecha casi exacta de retiro del vicepresidente, es decir, dentro de mes y medio, Vargas Lleras le salió al paso a la información, pero con una diferencia notable en los tiempos de salida.

“Vargas indicó que no tiene fecha para irse pero advirtió que, de aquí hasta mayo, estará en el cargo ‘hasta cuando el presidente diga’”.

Mientras el jefe de Estado habló de finales de febrero como el momento del cambio en la Vicepresidencia, el titular del cargo piensa, de acuerdo con el diario El Heraldo, en hacerlo en mayo, último plazo para no inhabilitarse. La complicación de interpretaciones surgió porque Santos reveló el nombre del reemplazo a Vargas.

“Pues mire, yo voy a sugerirle al Congreso de la República, que es quien elige al vicepresidente, que sea el señor general Óscar Naranjo”, afirmó Santos.

Aunque en los medios había mucha especulación sobre el nombre del sucesor de Vargas Lleras, en los entretelones palaciegos se sabía desde noviembre pasado que el presidente escogería a Óscar Naranjo por lo que la espera de este para posesionarse, se ha estirado unos meses.